lunes, 14 de noviembre de 2011

He aquí una forma risueña,y no por eso menos cierta, de mostrar una de las maneras de ser docente. Un docente cercano a sus alumnos, que no ha olvidado al niño que supo ser, que no ha olvidado los juegos y cómo éstos se hicieron inolvidables porque tenían un por qué  existir, tenían ese aprendizaje significativo del que habla Aussubel o el andamiaje del que  habla Vigotsky.  El adulto es el sostén primero del que se sirve un niño para aprender... Entonces: ¿Quién es un verdadero maestro?
El hombre que hace que las cosas difíciles parezcan fáciles. 
Quien intenta enseñar inspirando el deseo de aprender, si así no lo hiciera estaría tratando de forjar un hierro frío.
 Por ello es que pensamos que uno de los principales objetivos de la educación debe ser AMPLIAR LAS VENTANAS POR LAS CUALES VER EL MUNDO.

¡¡Que disfruten este mensaje!!

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